Los Adventistas del Séptimo Día creemos que el cuerpo es templo y morada del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19-20), por lo tanto debe de cuidarse, esto incluye la salud física, mental y espiritual (1 Tesalonicenses 5:23). Creemos que estas tres esferas del cuerpo humano están estrechamente relacionadas, y no se pueden separar una de la otra (1 Corintios 10:31).
Creemos que la dieta original dada en el Edén es la que debe de practicar el pueblo de Dios, esto es para tener una buena salud y una mente despejada, una dieta a base de frutas y semillas (Génesis 1:29), creemos también que el consumo de carne de animales nunca fue el plan de Dios, más bien fue una extrema necesidad permitir al hombre comerla después del diluvio (Génesis 9:1-4), creemos aunque Dios permitió comer carnes limpias (Levítico 11), pero no los podemos estancarnos en una dieta a base de carnes, ya que su consumo es doblemente dañina que en los tiempos de diluvio, la misma ciencia lo ha demostrado, el pueblo de Dios tiene que avanzar en una diete más excelente.
No creemos que la alimentación tenga que ver con salvación o justificación (Efesios 2:8), más bien alimentarse sanamente tiene que ver con obediencia y santificación (Daniel 1:8), la Biblia enseña que los Cristianos deben cuidar su salud (3 Juan 1:2), un Cristiano nacido de nuevo glorificará a Dios en su cuerpo (1 Corintios 10:31). Los cristianos que se oponen a este principio, desconocen tanto su Biblia como el poder de ella, ya que una buena parte de la Biblia habla de alimentación, recordemos si vamos para el cielo, debemos de practicar la dieta original, ya que en la tierra nueva no habrá carne para comer (Isaías 11:6-9).
Autor: Rafael Díaz
Escritor Adventista
No hay comentarios:
Publicar un comentario