APD/ANN staff
El brazo humanitario de la Iglesia Adventista del Séptimo Día está avanzando con planes de construir plantas de energía de biomasa en Chengdu, la capitán de la provincia de Sichuan, en el sudoeste de la China.
Las plantas de energía de biomasa, una fuente de energía renovable, convierte los residuos orgánicos en biogás y electricidad.
Representantes de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales en Suiza y China dicen que una gira reciente para evaluar la factibilidad junto con funcionarios locales y Arthur Wellinger, presidente de la Asociación Europea de Biogás, resultó productiva. El grupo de estudio pudo evaluar la cadena local de residuos y tomar muestras para análisis adicionales, dijo el gerente de proyectos Marcel Wagner.
“El proyecto aún está en el mismo comienzo, pero las puertas están abiertas”, dijo Wagner, quien añadió que los próximos pasos incluyen preparar un plan detallado de negocios, una propuesta y los contratos para los potenciales inversores y socios.
Los informes indican que cada día Chengdu recoge unas cinco mil toneladas de residuos. Para reducir la contaminación del suelo y el agua, y evitar usar la valiosa tierra agraria como vertederos, los funcionarios están volviéndose cada vez más a nuevos métodos de reciclado.
China ya opera plantas de energía de biomasa en varias provincias. Hasta el momento, las plantas operan quemando solo residuos orgánicos secos, como por ejemplo virutas de madera, ramas y hojas. Se estima que los residuos orgánicos húmedos (de las cocinas, frigoríficos y restaurantes) conforman el sesenta por ciento de todos los residuos orgánicos y a menudo son descartados sin tratar. Representantes de ADRA China dicen que estos desperdicios aún no utilizados tienen el potencial de generar biogás y fertilizante orgánico.
“Esta es la primera incursión de ADRA en el ámbito de la energía renovable”, dijo Crister DelaCruz, directora de Promoción y Comunicaciones de ADRA Internacional. “Esperamos que este proyecto represente una nueva trayectoria para ADRA. Por supuesto, seguiremos ocupándonos de las preocupaciones sociales tradicionales del hambre, la salud y el alivio en situaciones de catástrofes, pero la preservación del medio ambiente representa una inmensa preocupación para la actual generación, y queremos hablar de ello”.
Acaso lo más significativo, dijo DelaCruz, el cuidado del medio ambiente representa “la expresión más acabada de la mayordomía”, en especial durante un año en que la Iglesia Adventista está celebrando el poder creador de Dios.
Tomado de Adventist News Network
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